Origen: Viaje Entre Dimensiones

Chapter 23 - Capítulo 23: Las Ganas de Seguir Adelante

Cloud estaba volviendo junto a Kohta, quien estaba sudando a mares por la presión que sentía de los dos hombres que hablaban.

"Vamos Kohta, tenemos que hablar con esos idiotas para que nos abastecernos de municiones"

La mirada del joven de lentes se afiló cuando escuchó esas palabras y sin siquiera pensarlo, asintió.

"El motivo que quería que vinieras conmigo, fue porque esos idiotas pueden jodernos si nos dan la munición equivocada, así que necesitaba al experto del grupo" - sonrió el rubio.

No había que ser un genio para saber que pasaría si a ellos les dieran munición equivocada cuando estuvieran peleando con esas cosas.

"Sinceramente soy un experto en lo que a Kenjutsu se refiere, pero en armas de fuego... soy solo un novato" - dijo Cloud mientras caminaban a la sala de armas - "Puedo disparar, si, pero mantenimiento y conocimientos sobre ellas..."

"Comprendo" - asintió Kohta mientras los dos caminaban hacia el lugar.

* * * * *

Las chicas nuevamente estaban reunidas hablando sobre el rubio, al menos todas menos Airi, quien estaba teniendo un momento privado con su novio.

Alice estaba disfrutando de su día con su padre, él cual estaba feliz de por fin tener algo de normalidad, aunque muy dentro de él sabía que esto terminaría pronto.

"Siento celos de Airi-chan por tener una relación" - dijo Kyoko mientras se mordía el dedo - "Me hace sentir tan vieja..."

"Aún eres bella y joven, Kyoko-chan" - sonrió Shizuka.

"Concuerdo con Shizuka-san" - asintió Saeko - "Solo tienes que tener un objetivo y hacer hasta lo imposible por lograrlo"

Kyoko solo se sonrojó mientras recordaba la s.e.xy figura del rubio que conocía.

"Ne~ Shizuka~" - dijo la profesora de cabello castaño rojizo - "¿Me contarías como fue tu noche con Cloud~?"

"¿Otra vez?" - la rubia de grandes pechos solo podía girarle los ojos a su ahora amiga - "Ok... vamos..."

Las dos a.d.u.l.tas se alejaron del grupo, dejando solo a las estudiantes en el lugar.

"¡Saeko-san!¡Quiero que me des todos los detalles picosos~!" - dijo Miku con una sonrisa pervertida - "Justo cuando ibas a decirnos más, tuvimos que parar"

La mirada calmada de Saeko se mantuvo, pero un ligero sonrojo apareció en sus mejillas.

Saya y Rei estaban celosas, pero no podían hacer nada por el momento.

"B-Bueno... se sintió... bien..." - dijo apenada la campeona de Kendo - "En un principio dolió como el infierno, pero poco a poco..."

El bello rostro de Saeko se volvía cada vez más rojo mientras que su voz se hacía más y más ligera.

Sinceramente, nunca pensó que ella hablaría de esto con otras chicas y menos siendo que ellas eran combatientes por el amor de su 'esposo'.

La valerosa guerrera bushido había desaparecido y ahora solo quedaba una delicada flor, un contraste bastante grande para las chicas.

"De alguna forma... siento que mi heteros.e.x.u.a.lidad está siendo probada..." - murmuró Miku, quien sinceramente estaba pensando la decisión de volverse Bi.

* * * * *

La tarde pasó como si fuera una de antes del incidente y Cloud estaba mirando a los refugiados.

"Supongo que Souichiro ya puso en marcha el plan para ayudarlos" - asintió el rubio al ver a los hombres del pelinegro, repartiendo comida.

Kohta se había ido a descansar ya que todavía sentía la incomodidad de la batalla de 'Ki' que había presenciado antes.

"¡Cloud-kun!" - el rubio se sorprendió al escuchar una voz conocida, esta no era otra que la bella mujer que se salvó de entregarse a ese tipo gordo.

"Akane-san, es bueno ver que está bien" - sonrió el rubio, después de todo, él había tenido negocios con ella durante muchas ocasiones.

Ella era la dueña del burdel más grande de la cuidad y adicional se podría decir que era la líder de las prostitutas a pesar de no ser una.

Era irónico pero eficiente y gracias a los esfuerzos de los dos, al menos las mujeres tenían una mejor vida.

Antes de que ellos dos se organizaran, no era poco común ver a una prostituta muerta en las calles, pero esa situación ahora no era tan frecuente, aunque no se podría decir de ahora en adelante siendo que la situación en si no era buena.

Akane como su nombre decía, era una hermosa mujer de cabello rojo y un cuerpo sensual como una gran cantidad de mujeres de este mundo y gracias a relacionarse con muchas mujeres en el rubro del placer, tenía un aura coqueta a pesar de no ser una de ellas, se podría decir que era como Miku, solo que mucho más madura, haciendo con eso que tuviera un sabor mucho mejor.

"Todo gracias a ti" - sonrió la bella pelirrosa - "Si no fuera porque nos habías informado de los pasajes de evacuación, muchas de mis chicas habrían muerto o peor..."

Cloud comprendía que trataba de decir, después de todo, a pesar de ser prostitutas, las chicas bajo el mando de Akane eran hermosas y bastante educadas, algo extraño por no ser menos.

"¿Y como está el pequeño?" - preguntó el rubio con curiosidad ya que no veía al hijo de la pelirroja por ningún lado y eso era extraño porque ellos no se separaban en ningún momento.

"Aki-chan está bien... es solo que por la falta de alimentos en los últimos días ahora está débil" - suspiró la mujer con dolor.

Ella era madre soltera ya que su esposo murió en un accidente cuando su hijo recién había c.u.mplido un año, ahora su pequeño tenía solo cuatro y era la etapa donde más alimentos necesitaba, pero por obra de ese idiota obeso, su pequeño no había podido comer últimamente.

Si no hubiera sido porque escuchó que Cloud había vuelto y por ende un poco de seguridad más, ella no habría podido hacer otra cosa que entregarse a ese asqueroso hombre.

"Es bueno escuchar" - sonrió el rubio mientras Akane se sonrojaba ligeramente pero lo ocultó con mucha facilidad, después de todo, era parte del oficio ser una buena actriz.

"¿Vienes a revisar a la gente?" - preguntó la pelirroja.

"Si, tengo que informárselo a Souichiro cuando termine" - asintió Cloud mientras tanto él como Akane caminaban por los alrededores.

La gente los miró con respeto porque a pesar de su edad, Cloud era bien conocido para esta gente y no hay que hablar de Akane siendo que muchos de los hombres eran secretamente clientes de su local.

"¡Kaasan!" - gritó un pequeño niño de cabello rojo quien con mucha dificultad corría hacia donde estaban ellos.

"¡Aki-chan!¡Te dije que te mantuvieras en cama!" - gritó con preocupación su madre al ver a su pequeño de cuatro años, el era Akihisa, un niño bastante amable y feliz, pero se veía bastante débil en estos momentos.

"P-Pero quería verte..." - dijo con pena el pequeño, él estaba asustado con tanta gente que no conocía en sus alrededores, pero se puso feliz cuando vio al rubio - "¡Cloud Nii!"

"Es bueno verte pequeño" - sonrió el rubio mientras tomaba al niño pelirrojo y lo hacía sentarse en su hombro.

No era difícil para él ya que su físico se lo permitía, sin contar que el pequeño Aki era bastante liviano.

"Te dije que verías a tu Nii-chan" - sonrió la madre, aunque se puso más feliz al ver como los dos parecían ser padre e hijo, aunque eso se lo guardó para ella ya que no podía decir cosas como esas en voz alta, aunque pensándolo bien, la situación actual no daba como para seguir las reglas, así que tal vez ella podría tener una oportunidad con el chico rubio que tenía a su lado.

"¡Jefa!" - un grupo de mujeres se acercaron donde la pelirrosa pero se alegraron cuando vieron quien la acompañaba - "¡Cloud-sama!¡Es bueno ver que ha vuelto!"

"Es bueno verlas chicas, pero por lo que veo no están tan bien..." - dijo Cloud con una sonrisa, pero esta desaparecía más y más al ver el estado de las ropas casi destruidas de algunas de ellas.

". . ." - esas mismas chicas solo podían llorar mientras le contaban lo que había pasado.

Un ceño fruncido apareció en su rostro mientras relataban los sucesos, haciendo que su ira creciera más y más.

Puede que él no sea un santo, pero había reglas que nunca rompería y una de ellas que no permitiría violación.

Cinco de esas pobres mujeres fueron violadas y nadie hizo nada para impedirlo y por como describían, ya sabía de quienes se trataban.

"No se preocupen chicas, prometo que voy a encargarme de ellos" - asintió el rubio - "Tal vez no los mate, pero haré algo que sea diez veces peor..."

Las chicas comprendieron de inmediato, después de todo, no era primera vez que sucedía algo así, es por eso que Cloud también tenía el sobrenombre de el Cascanueces, ya que en situaciones así, se encargaba de que los hombres responsables de ese tipo de actos no pudieran disfrutar nunca más el placer del s.e.xo.

"¡Tora!" - gritó el rubio mientras un hombre musculoso corría en su dirección.

"¿Que sucede Jefe?" - preguntó el hombre mientras miraba a las chicas, comprendiendo de inmediato - "Dígame los nombres y yo me encargaré del resto"

Tora era uno de los pocos hombres que Souichiro había permitido estar al lado de Cloud y él se encargaba de las cosas poco éticas que el rubio no se permitiría hacer, aunque nunca ordenó la muerte de alguien, pero eso era bueno para Tora, ya que más que nada disfrutaba causarle dolor inescrutable a sus víctimas.

Se podría decir que esos dos eran un buen equipo, Cloud no mataba u ordenaba la muerte y Tora era un sádico que disfrutaba de sus trabajos.

Ninguno de los dos había matado, pero sinceramente, luego de terminar con ellos, estos deseaban la muerte.

De hecho, incluso se habían escuchado rumores de que los pobres habían practicado el suicidio para poder quitarse el dolor, pero eso ya no era problema de ellos.

"La pandilla negra bajo el mando de ese gordo sapo" - dijo Cloud con frialdad - "Ya sabes que hacer"

"Considérelo hecho, Jefe" - sonrió el hombre con malicia, pero no sin antes guiñarle un ojo a una de las chicas que fue violada.

Lo que las chicas no sabían era que Tora disfrutaba su trabajo con los violadores más que nada en el mundo porque así podía liberar toda la rabia que sentía.

El hombre era un soldado con una familia feliz, pero un día cuando volvió a casa, vio como su esposa había sido una víctima de un violador recurrente, en un ataque de ira, él asesino al hombre y por eso fue desechado del programa militar e incluso había sido enviado a la cárcel pero salió por buena conducta, pero para su dolor, su esposa nunca lo fue a ver. Cuando por fin pudo volver a casa, se enteró de que su esposa se había suicidado por el dolor de haber sido violada.

Tora se maldijo porque no pudo estar con su esposa cuando más lo necesitaba y también intento suicidarse, pero para su desgracia o suerte, Souichiro pasó por el lugar y le dio la oportunidad de estar bajo su mando.

Desde ese día, Tora se había encargado de todo lo relacionado con violaciones, pero ahora tenía una regla extra, él no mataría, porque eso le recordaba el error de haber matado a ese hombre y por ende, no haber podido estar junto a la mujer que tanto amó.

La mujer se sonrojó al notar las acciones del hombre musculoso mientras lo miraba irse en silencio bajo la sonrisa de las demás.

Tora no lo diría, pero aquella mujer le recordaba a su esposa, era castaña y tenía una mirada cariñosa, unos hermosos ojos ámbar que solo le hacían pensar en el pasado, pero esta tenía algo diferente a la mujer que tanto amó, y eso era que ella todavía tenía la fuerza para pelear y salir adelante de esa dolorosa situación.

"Veo que alguien está interesada en Tora" - sonrió el rubio al ver a la castaña.

"¡¿Q-Q-Que dice, Cloud-sama?!" - gritó un pena la chica - "Además... soy una prostituta..."

"¿Y quien dijo que las prostitutas no pueden ser felices?" - preguntó Cloud con calma - "Ustedes son mujeres sin importar nada, cada una de ustedes está en ese oficio no porque quisieran, sino porque no tuvieron otra opción"

Las mujeres solo miraron al suelo, pero podía notarse que estaban felices de que alguien las tratara como una persona normal y no como un objeto que solo sirve para ejercer placer.

"Gracias Cloud-sama" - dijeron las chicas, tal vez este sería el momento donde ellas pudieran encontrar la verdadera felicidad, y solo tenía que pasar un apocalipsis zombie.

Bueno, al menos algo positivo salió de toda esta mierda, eso era lo que pensaba el rubio al ver a las chicas que parecían haber olvidado todo lo malo que había sucedido.

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Segundo capítulo, traído gracias a Luis David Rojas Saavedra.

Dicho eso, me despido por ahora.

Hmm... creo que he estado muy flojo con mi escritura... supongo que podría empezar a martillar el último clavo de este volumen, aunque todavía estoy dándoles la oportunidad de votar.

Veamos...

Las votaciones hasta el momento para el siguiente [MUNDO NIVEL 1]:

Primer lugar: Infinite Stratos con un 38% de los votos

Segundo lugar: Kangoku Gakuen (Prison School) con un 24% de los votos

Tercer lugar: Sekirei con un 14% de los votos

Cuarto lugar: Empate entre Black Bullet y Guilty Crown

Quinto lugar: Beelzebub

El segundo lugar se está acercando peligrosamente al primero.

Es emocionante ver como poco a poco la situación cambia.

En un principio, Guilty Crown estaba en primer lugar con un 100% de los votos, eso era cuando solo habían dos personas votando, pero poco a poco eso empezó a cambiar.

Infinite Stratos lo superó por mucho, dejando a los demás en el polvo, pero ahora, Prison School está empezando a ganar fuerza.

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